El camino

EL CAMINO

Hacia Roma o Santiago,
hogar de los peregrinos.
Arteria de los transportes.
Vena de los destinos.

Lugar en el que se cruzan
las miradas de los vecinos,
unas veces de amistad
pero otras de enemigos.

Eres de ida y de vuelta
y a veces clandestino.
Eres nombre de persona
y a veces apellido.

Tus costados de zarzales
y de muros quebradizos
guardan recuerdos de amores,
de bodas y de bautizos.

Todos pisotean tu cuerpo
como para hacer el vino
pero una vez te han pisado
caerás en el olvido.

Las huellas que van dejando
son cicatrices en frio,
van desgastando tu piel,
te recuerdan por que has nacido.

A veces eres hermano
del curso de algún rio
pero tarde o temprano
un puente será el desafío.

Con otros de tu especie
cruzarte será tu sino,
pues nunca estarás sólo
en tu largo recorrido.

Las montañas y los valles
vas cosiendo con tu hilo
y las cuestas y las curvas
no están hechas sin motivo.

Todos saben donde estás.
Todos te han recorrido.
Eres el rey de los mapas,
bastión de los forajidos
pero ya nadie recuerda
al primero que te hizo.

De pequeño eras sendero
pero pronto has crecido,
de adolescente, vereda
y de adulto, el camino.