sábado, 14 de diciembre de 2019

Clavos de tristeza

Clavos de tristeza
En nuestra última cena
me lo dejaste muy claro,
ya no existe redención
para todos mis pecados.

Treinta lágrimas de plata
son las que he derramado.
Me entregas a la soledad,
me traicionas con descaro.

Suplico que no me niegues
antes de que cante el gallo
pero nada mas darte la vuelta
de mí ya has renegado.

Olvidarme es tu dogma,
mis plegarias son en vano,
no escuchaste mi evangelio,
no sirvieron mis milagros.

Cada día sin tenerte
es como un latigazo
que me azota por adentro
de camino a mi calvario.

Tú que habías sido mi reina
fuiste mi Poncio Pilatos.
Elegiste a Barrabás
y te lavaste las manos.

Mi cruz llevaré a cuestas
de todo lo que te he amado
solo será un peso muerto
mientras lo voy arrastrando.

El suelo lleno de piedras
me hace ir recordando
que me duele el corazón 
aunque los pies van descalzos.

Crucificado en la angustia
de pies y manos clavado
la corona de tus mentiras,
la venganza en el costado.

Los clavos de la tristeza
en mi alma van entrando
con cada golpe que dan
tus pies al irse alejando.

Con las fuerzas que me quedan
mientras voy agonizando
le pregunto a mi Diosa
¿Por que me has abandonado?

No tendré resurrección
ni en tres días ni en mil años.
No soy hijo de ningún Dios,
solo soy un pobre diablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario