domingo, 24 de junio de 2012



EL TIEMPO

Él camina sin pararse
sin mirar atrás con miedo
por un sendero infinito
estrecho y polvoriento.
Viaje sólo de ida,
imposible su regreso.
Tren de vagones eternos
que transportan los momentos.
Río sin desembocadura
y también sin nacimiento.
Campo fértil donde crecen
los tallos del sentimiento,
tallos cortos de alegría
y largos de sufrimiento.
Ladrón de las juventudes.
Leñador de los cabellos.
Los únicos que te vencen,
los recuerdos y los sueños.




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